Deje todo aquello en el hueco profundo y oscuro de mi alma, abandone mi cerebro en un contenedor para reciclar, atrape mis errores con una red para intentar-los remediar, aprendí a saber fracasar con facilidad. Intente plasmar en un papel mil palabras para formar un qué hacer, paute miles de recuerdos para poder entender, me equivoque y intente retroceder pero el tiempo el muy cabro me dejo en su sala de espera, encerrada y restregándome todo lo que yo ya sabía que había hecho mal. Mi cabeza perdida y hueca busca aun una solución, una razón, para seguir en pie y para seguir luchando por todo aquello que me importa y por lo que una vez he podido tener.
No hay comentarios:
Publicar un comentario