sábado, 21 de noviembre de 2009

Y tiro porque me toca

Le llamamos juego o mas bien dicho el juego de l’amor , ese juego donde dos idiotas juegan a quererse y a hacer-se querer el uno con el otro , ese juego donde se da todo , ese juego donde solo puedes tirar una o dos veces las cartas y si fallas no hay muchas posibilidades de que puedas volver a remontar. Es cuestión de apostar, de darlo o intentar darlo todo por esa persona, simplemente es así. Pero a veces este juego se complica y entra un tercer contrincante, ese que lo destroza todo y ese que se lleva siempre la mejor parte del juego, excluyendo a un jugador y conquistando al otro. Normalmente la gente sale ganando en este juego, aunque yo siempre pierdo y me acabo jodiendo y todo por esperar esa carta maestra que me de la victoria.

Un juego, un simple juego.

J.G

jueves, 12 de noviembre de 2009

Podría definirle de tantas maneras diferentes, que no sabría por cual empezar. Es como una pila indesgastable; nunca pierde su sonrisa ni sus ganas de darme un abrazo en cada momento del día sin que yo se lo pida, abriendo sus largos brazos y con solo eso ya me hace sentir mejor, no se como se lo hace pero cuando estoy con el, me saca una sonrisa siempre y me hace reír como nunca, realmente es único. La vida le a dado muchos motivos para que se hunda pero aun así el siempre se ha mostrado fuerte, y con ganas de superar todo aquello que le hunde y lo admiro tanto por eso. Realmente para mi es una de las personas que mas me ayuda día a día y por eso lo aprecio tanto, es como mi mejor amigo.

Gracias de verdad.


domingo, 8 de noviembre de 2009

Sentada en la barra de un bar tomándose su última copa y fumándose su segundo o tercer cigarrillo. Esta vez la copa le duro mas, la observaba y reseguía con su dedo el principio del baso y esperaba esa llamada, esa mano tocando sus largos cabellos, pero ni esa llamada ni esa mano llegaban .Se canso de esperar, así que pago la copa y se fue, al salir tiro la colilla del cigarrillo y cogió un taxi. Llego a su casa, abrió la puerta y se dirigió a su habitación, se cambio se puso una camisa que le iba enorme y se sentó en el sofá sin ganas de nada, mirando al móvil todo el rato esperando aun esa llamada que no aparecía. Sonó el timbre, fue a abrir… era el, le abrió y a la primera de cambio el le planto un beso, apasionado, dulce, que le hizo estremecer desde el primer momento, la cosa siguió por los pasillos de ese pequeño piso hasta llegar a su habitación, allí es donde todo se dejo ir. Se sentía tan bien por tenerlo allí, ya no le importaba a verle esperado en aquel bar tanto rato, simplemente no quería para nada que se acabara aquel momento. Era algo apasionado lo que tenían, se sentía a gusto con su cuerpo en ese instante, se sentía libre, se sentía querida. Fue una noche larga pero para ella perfecta, llego el amanecer dejando ver sus cuerpos desnudos, debajo de la sabana, el se levanto le hizo el almuerzo y se lo dejo encima de la mesa del comedor, dejando también una pequeña nota al lado de esa bandeja, complementada con un café con leche y un par de tostadas y se fue, así sin mas, ni sin una triste despedida. Al cabo de unos minutos ella abrió los ojos , con una sonrisa que le acompañaba pensando en que ese fue el mejor polvo de su vida y con la persona a la que quería , miro hacia al lado , y no estaba … el no estaba , dando un bote por encima de la cama , corrió hacia el baño , hacia la cocina, buscándolo pero ni rastro de el ,fue hacia el comedor con la mirada perdida , hasta que se fijo que en la mesa había una bandeja con café i tostadas. Se aproximo hacia allí y vio la nota, una simple nota que ponía: Lo siento.

Cogió el móvil e intento llamarlo pero lo único que se escucho fue: El número marcado actualmente no existe.



San Daniel

Muchos son los caminos que se nos presentan en la vida; tantos que nunca sabemos cual elegir, y otros tantos que finalmente escogemos el equivocado.


sábado, 7 de noviembre de 2009

Dejo un largo suspiro, puede que de tranquilidad o solamente de tristeza. Había roto, quemado, olvidado todo aquello que le hacia recordar, puedo decir que de esas fotos solo quedaron cenizas envueltas en el suelo de esa habitación, había roto aquellos regalos, había olvidado todas esas horas, todas esas palabras, todas aquellas caricias. Permanecía sentada llorando en una esquina de esas paredes blancas que parecían comérsela, se derrumbaba y sentía que no podía hacerle nada. De pronto alguien toco la puerta pero ella no quiso contestar, el toc toc seguía sonando hasta que se oyó una voz , una voz tierna, dulce pero que a ella le dolía oírla , se levanto de esa esquina y se apoyo en la puerta , dejo de sonar el toc toc y esa voz dijo : -Se que estas ahí al otro lado de la puerta, se que no me abrirás y lo entiendo… ella no contesto, las lagrimas le bajaban de los ojos deslizándose por sus mejillas y sus labios se apretaban para no soltar una llanto de angustia y dolor. La voz volvió a hablar: - Pero quiero sepas que a pesar de todo te quiero y siempre voy a hacerlo… Después de eso se oyeron unos pasos irse, alejándose, dejando atrás esa puerta y aquel corazón roto.

Jordina Girones.